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lunes, 19 de octubre de 2015

BOTAS DE AGUA DE MICKEY



¡Hola a tod@s! Se presentan días pasado por agua, así que es la ocasión de lucir botas como las que yo os muestro en este look.


Yo soy de las personas que disfrutan de la lluvia, da igual el lugar en el que llueva, por eso, asta en la playa le encuentro encanto a un día lluvioso.


Tenía claro que para poder pisar los charcos y pasear por la orilla llevaría mis nuevas bota de agua, y para darle todo el protagonismo, elegí un look en negro.


Los pantalones encerados son de Lefties.


El jersey negro básico es de Zara. Podéis ver la lluvia en él, se notan las gotas de agua y es que comenzó a llover mientras hacíamos las fotos.



La chaqueta negra es de Shana.


El colgante de plata es uno de los recuerdos que mis tíos me han traído de Grecia.


El bolso es de Tous.


Como dice una de mis canciones favoritas... "No importa que llueva si estoy cerca de ti"... a pesar de la lluvia, pude disfrutar de un paseo estupendo con la mejor compañía del mundo: mi chico.


Y el complemento estrella del look son mis botas de agua de Mickey.


Estas botas me las regaló mi chico en Disneyland París este verano. Fue lo primero que vi en el parque que quise, y es que tenía claro que le iba a dar todo el uso posible por su colorido,p or lo originales que son y porque quería recuerdos originales, y desde luego originales y coloridas son.


Tengo otras botas de agua, pero tan cómodas como estas ninguna. Son flexibles y me permiten conducir sin problema además de no pesar nada, algo que es un pequeño problema con mis otras botas de agua.

Y ya que antes he  mencionado la canción de Efecto Pasillo, os dejo con ella:



Mil gracias por pasar por el blog.

Un beso enorme a tod@s

ARI

4 comentarios:

  1. Me encantan las botas! Y tú estas insuperable!! 😝
    Un 10 para ti!

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  2. Son muy tú. Yo tengo unas botas de agua rarillas jajajaja pero es que en Sevilla no es que las use mucho. Me las compré en Venecia por pura necesidad, porque fue llegar y se podía acabar nadando. Las primeras que encontré y me parecieron tan caras que me las traje a España. Y nunca creo que las llegaré a amortizar, pero ahí están.

    ¡Besos!

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