jueves, 21 de febrero de 2019

EL INVERNADERO, GASTRONOMÍA PARA LOS SENTIDOS. MERCADO VICTORIA



EL INVERNADERO es el nuevo espacio con el que cuenta el Mercado Victoria. Si pincháis AQUÍ podéis recordar el post que hice sobre el Mercado. En esta ocasión, mi querido amigo Paco Mulero, gerente del  Mercado nos sorprendió a Juande y a mí con una invitación que no pudimos rechazar. Cualquier ocasión es buena para dejarte seducir por una buena gastronomía, pero si además esa cita es en San Valentín, la ocasión es aún mejor.



Cuando llegamos a EL INVERNADERO teníamos nuestra reserva preparada. En la mesa me esperaba una rosa y había dos antifaces. La cena no sólo era romántica, también era especial ya que bajo el lema “déjanos seducirte” entramos en una dinámica divertida y diferente.
Lo primero que tengo que destacar es el lugar en sí. El espacio es maravilloso, con una decoración muy cuidada, unas cristaleras que dan a unos jardines preciosos y un ambiente íntimo y elegante.
La atención fue igualmente destacable.



La cena contó con la dirección  del encargado de sala Luis Lorite, que fue encantador y muy profesional en todo momento y que nos fue explicando cada paso a seguir y cada plato a probar. Al ser una cena para los sentidos, estos cobraron especial relevancia, de ahí el antifaz, pero vamos poco a poco.




Una vez colocado el antifaz privamos a la vista de su trabajo y con eso logramos que el resto de sentidos se agudicen. Primero y antes de cada plato, la estancia se perfumaba con un olor vinculado a lo que posteriormente íbamos a comer. En el caso del primer plato fue un aroma a mar que me enamoró. El segundo paso era escuchar. Tras el olfato, el oído recibía una música acorde también con el plato. En el primer plato fueron las olas del mar. Tras escuchar y oler llegó el momento del tacto, tocar el plato y los detalles del mismo. El primer plato se sirvió en una sopera y olía de maravilla. Aposté porque sería una crema de marisco, y acerté. 




Los detalles marcan la diferencia y en este plato el detalle especial fue un picatoste dulce en forma de corazón.




Una vez "seducidos" tocó comer ya con los ojos destapados. 

De nuevo repetimos la operación de despertar los sentidos con cada uno de los platos del menú que fueron los siguientes. Además de la crema de marisco pudimos saborear una bandeja de sushi riquísimo. 



Aquí el olfato pudo descubrir un incienso oriental, el oído escuchar una música tradicional japonesa y el tacto tocar los palillos típicos japoneses con los que comimos. 




El tercer plato fue una pastela árabe que me conquistó.



Desde nuestro viaje a Marrakech este verano vivo enamorada de la gastronomía árabe y especialmente de las pastelas de pollo. La mezcla de la carne de pollo con las distintas especias y la canela da como resultado un plato gourmet. Aquí pudimos oler otro incienso árabe que nos transportó a Marruecos y escuchamos la música típica de las bodas árabes. 



El cuarto plato se presentó de manera diferente porque con él fue el sentido del gusto el auténtico protagonista. Aquí no nos vendamos los ojos y disfrutamos (sobre todo Juande que adora la carne de calidad suprema) de un solomillo que él define como uno de los mejores que ha tomado en su vida.



Para el postre volvimos a taparnos los ojos y disfrutamos de una canción que enamora por su letra y por el sentimiento que transmite. Se trata de la canción Córdoba de Álvaro Vizcaíno y podéis escucharla pinchando AQUÍ. El olor no podía ser otro que el del azahar, el que mejor define a nuestra Córdoba del alma.Al tocar descubrimos que el postre se presentaba de una manera original, en una pequeña maceta. Para entender el significado del postre, el jefe de cocina que preparó todo el menú,Jesús Barranco nos contó el porqué de su "obra culinaria" una vez que "abrimos los ojos". Jesús se enamoró de Córdoba cuando vino a descubrir los patios, desde entonces siente Córdoba y vive Córdoba, encontrando en nuestra ciudad la inspiración para crear joyas como este postre de chocolate con un macaron y un pétalo de rosa.Las macetas como veis en la foto anterior estaban personalizadas y se vinieron a casa con nosotros.Otro detalle que marca la diferencia.




Tras la cena pudimos hablar con Jesús que nos atendió con la elegancia que le caracteriza a él y a su manera de entender la gastronomía.

Esta cena ha sido perfecta, no puedo calificarla de otra manera. Es de las experiencias que quedan en la memoria y que recuerdas con una sonrisa.

Aprovecho para agradecer de corazón  Paco Mulero su cariño. Paco eres AMIGO con mayúsculas y como hay pocos. Gracias por tu cariño, por todas las experiencias maravillosas de las que nos haces partícipes tanto a Juande como a mí y por gracias por formar parte de nuestras personas especiales. Eres tan buena persona como buen profesional.

Gracias también a nuestra amiga Noelia, relaciones públicas del Mercado por recibirnos siempre con su enorme sonrisa y su cariño.


Os invito a que conozcáis EL INVERNADERO y os dejéis seducir por todo lo que ofrece. Este espacio del Mercado Victoria atiende bajo reserva, por lo que si queréis acudir debéis reservar antes. Además cuenta con una carta propia y con platos de diferentes puestos del Mercado. La diferencia con la manera habitual de atención del Mercado Victoria es que aquí no hay autoservicio, hay un personal estupendo deseando hacer las delicias de quienes acudan a disfrutar de este nuevo espacio culinario al que tanto Juande como yo le damos una matrícula de honor. 



Os he explicado las sensaciones de esta cena, ahora os dejo el menú de manera oficial.

SECRETOS DE SAN VALENTÍN.

Sensual y delicada crema de marisco.
Selección japo de makis Aku.
Pastela árabe, bocaito Andalusí
Solomillo de vacuno mayor a la parrilla de leña de encina, boniato asado a brasa, crema de pasas y crujiente de maíz.
Postre, nuestro Mayo en mesa.

Seguro que os han dado ganas de descubrir este nuevo restaurante y nosotros lo recomendamos al cien por cien.

Gracias a todos por vuestras visitas.

ARI




  

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