¡Hola a todos! Es cierto que la felicidad no son cosas, son momentos, personas, lugares... y sobre todo son emociones, pero en este caso, la felicidad viene de la mano de algo material por todo lo que para mí supone. No sé si me explico... espero que sí. Antes de nada, gracias a mi marido, por cada detalle y por hacer realidad una vez más uno de mis deseos.
Este año mi aniversario ha traído consigo un viaje inolvidable con parada en Marbella y en Puerto Banús. Son lugares que asocio a ser feliz, a sorpresas, a buenos momentos... y ya os conté la sorpresa que mi marido me preparó en otros post, pero no os había enseñado lo que se vino a casa con nosotros tras nuestro paso por Louis Vuitton.
Louis Vuitton es una de mis marcas preferidas y desde hace tiempo tenía claro cuál sería mi próximo bolso. Os explico el porqué. Hace tiempo pensé en añadir a mi colección de bolsos el modelo Speedy, pero no me decidía porque no sabía si le daría tanta utilidad como merece. Cuando adquieres un bolso de lujo lo suyo es que le des trote, vamos que se amortice, y yo no sabía si el tamaño y el modelo del Speedy serían apropiados para mi día a día, de ahí que hasta ahora no hubiese dado el paso de "quererlo" de verdad. Soy muy exigente a la hora de adquirir bolsos de alta gama. Un bolso económico, barato o de rebajas puede tener menos prestaciones, pero un artículo como este, para mí, debe reunir los requisitos necesarios para que se venga a casa conmigo y en este caso son los siguientes.
1. La cremallera. Para mí es fundamental que el bolso tenga cremallera. Así eliminé de la lista el Neverfull.
2. Debe ser un clásico. Las modas pasan pero lo clásico siempre "está de moda" de ahí que no mirase bolsos de colección ya que no identificaba mi idea de "amortizarlo" con algo efímero o pasajero. Son pocos los bolsos que se han ganado a lo largo de la historia el título de icónico y el modelo Speedy es uno de ellos.
3.Debe valer para todos los días y debe conjuntar con la mayoría de mis looks. Este modelo ganaba por goleada y sabía que sería un acierto,pero hasta que mi marido no me hizo "pensar" en voz alta no me di cuenta de lo mucho que quería este diseño y de lo mucho que podría sacarle partido.
Desde hace un mes es prácticamente el único que utilizo: para el trabajo, para salir, para ir a comprar, para ir a tomar un café, para cenar... para todo. Una vez elegido el modelo, tocó elegir el tamaño y la lona. El modelo Speedy cuenta con varios tamaños y yo siempre había pensado que elegiría el 35, pero ¡error!, es el 30 el que al final elegí. Recomiendo a todas las personas que queráis un bolso de lujo que lo compréis in situ. Podemos tener la idea de que el bolso es perfecto y luego cuando lo tenemos en las manos no lo es, o no cumple las expectativas. En mi caso eso pasó con el 35, que cuando lo ví pensé que era demasiado grande y que perdía la forma al no llenarlo del todo. En Louis Vuitton me asesoraron y me ayudaron a elegir el tamaño adecuado. Me atendió Gonzalo de manera personal, (os conté mi experiencia en un post que podéis recordar pinchando AQUÍ) pero dos de sus compañeras al verme indecisa se sumaron a dar su opinión y ambas junto con mi marido votaron por el tamaño 30 que además es el más vendido de la firma. EL 35 perdía la forma solo con cogerlo, así que lo descarté de inmediato, y lo que sí tenía claro es que la lona sería la DAMIER EBANE, ya que la lona monogram en este modelo va a compañada de un color de asas que no me gusta nada, son extremadamente claras y no conjuntan con la lona y con el tiempo se ponen oscuras pero ya se ve que el bolso está muy usado, mientras que estas asas no pierden su color inicial ni lo cambian. Al otro Damier le pasa lo mismo, aunque su color natural si es bonito, pero luego se oscurece. Y como tengo el pochette en lona monogram, estaba claro que sería la damier ebane la elegida. Podéis pinchar AQUÍ para leer mi post sobre el pochette.
En cuanto a la personalización del bolso podemos añadirle tanto las iniciales en grande y en color justo en mitad o en dorado y en pequeño debajo del asa. Si no tienen mucho trabajo lo hacen en el momento y de manera gratuita, pero yo opté por no personalizarlo. Me gusta tal y como es... como lo veis aquí. Creo que añadirle los colores es "cargarse" la estética de un bolso que no es precisamente barato como para hacerle eso,pero para gustos colores. Hay personas que lo quieren personalizado y con colores llamativos. Si más adelante decido personalizarlo lo haré con las iniciales pequeñas en dorado.
Entre los detalles que tiene este modelo está el candado que lo acompaña y que normalmente se utiliza como adorno más que como seguridad, pero yo de momento no se lo he añadido a mi nuevo bolso, lo tengo guardado junto a las dos llaves que lo acompañan y que vienen en el saco que veis dentro del propio bolso.
El Speedy en sus 3 versiones y en sus distintos tamaños al igual que el Nerverfull son los diseños más imitados y replicados, pero nada tiene que ver una réplica con el original, de hecho el tamaño suele ser el primer dato a tener en cuenta ya que nunca es exacto al original. Después podemos fijarnos en los detalles y en las costuras que no suelen estar bien rematadas ni llevan el mismo número de puntadas (esto en LV es bastante evidente entre los originales y las copias) y en este caso en concreto en la parte que une el asa al bolso que como veis en las fotos tiene algo de relieve que en los falsos es completamente lisa además de algo que parece obvio pero que han pasado por alto algunas personas que etiquetan a la marca en las fotos de sus falsificaciones en redes sociales. LV y su lona damier siempre lleva inscrito el nombre de la firma junto a Paris cada 10 cuadros tanto de arriba a abajo como de lado a lado, no cada 8,(ni cada otro número) independientemente del tamaño del bolso que elijamos y del modelo, ya que la lona es la misma para todos. En otro momento os daré mi opinión de copias versus originales, pero os adelanto que me parece tremendo que alguien que sabe que su bolso es FALSO etiquete a la firma como ORIGINAL.
Como ya he comentado es el bolso que más utilizo desde que lo tengo, mi marido tenía razón al decirme que lo amortizaría sin lugar a dudas. Es cómodo, le cabe todo lo que imaginéis y aún queda espacio para más y eso que yo soy de las que llevan en el bolso de todo, botella de agua incluída.
La manera de cuidarlo y limpiarlo es muy sencilla, y la propia marca cubre cualquier desperfecto que sufra el bolso en asas, cremallera o bordes.
El interior de este modelo es rojo y tienen un bolsillo con cremallera junto al que encontramos un enganche por si queremos tener las llaves a mano o queremos enganchar cualquier otra cosa.
Si estáis pensando en adquirir este bolso, no lo dudéis.
En resumen, para mí es perfecto y he acertado al cien por cien con él. Termino este post como lo empiezo, dándote las gracias a ti Juande porque contigo he aprendido que lo bonito no es soñar, es hacer realidad los sueños. Gracias por todo, y en este caso, gracias por mi nuevo bolso. No es lo material, es la esencia, las sensaciones, las emociones y los momentos que acompañan a lo material.
Un beso a todos y gracias por leerme.
ARI
Ayyyyyy que buena elección!yo también tengo este bolso, en el mismo tamaño y mismo estampado (me lo compro mi chico después de la boda como regalo) y estoy enamorada de él. Siempre lo había querido y me parece cómodo y básico para el día a día. Últimamente no me lo pongo tanto sobre todo cuando voy con el carro de la peque pero lo he usado muchísimo. Por cierto, ¿por qué no un Que hay en mi bolso?��
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