¡Hola a todos! Antes de nada... ¡gracias! por todos los mensajes que me habéis hecho llegar sobre mi boda. No me imaginé que os gustase saber tanto de mi enlace, así que he preparado varios posts primero porque he visto el interés que suscita y segundo porque como buena novia histérica y nerviosa, necesito desahogarme. Si hay un secreto guardado por la novia
para la boda y algo que todo el mundo espera ver es el vestido de
novia. Si tenéis claro lo que queréis ya tenéis el 80%
solucionado, pero si como yo lo que sabéis es lo que no queréis...
ahí comienza la búsqueda, el comerte la cabeza y la crisis... porque
sí, la crisis aparecerá tarde o temprano y ahí es donde debemos
mantener la calma, respirar hondo y rodearnos solo de aquellas
personas que sabemos que nos quieren tanto como para decirnos la
verdad y no sólo lo que queremos escuchar.
En mi caso, la elección del vestido ha
sido complicada, pero porque yo la he hecho complicada. Me empeñé
en buscar en redes sociales y webs el vestido de mis sueños cuando
en realidad, mi vestido de novia no existe, y ha habido que diseñarlo
y hacerlo... He visto millones (literal) de vestidos, sin mirar
precio, ni tejidos, sólo el diseño, pero aunque hay maravillas,
ninguno era para mí... no me veía con él llegando al altar...
La elección del diseñador estaba
clara... Antonio Mancini me viste para galas y ocasiones especiales
desde hace años, y él me dijo el día que me conoció: “el día
que te cases te vestiré de novia” y así va a ser. Él es quien ha
creado lo que yo considero una obra de arte porque... sí, tengo mi
vestido de novia con todo lo que yo quería que tuviese y lo que no,
pero no ha sido nada sencillo para mí.
Cuando le dije a Antonio que ya tenía
fecha para la boda me dijo: “vamos a hacer un vestido de novia,
pero no uno cualquiera... vamos a hacer EL VESTIDO”... y ahí
comenzó mi aventura.
Cuando le conté que llevaba semanas
mirando vestidos y que ninguno me reflejaba a mí misma me dijo que
era el primer error que estaba cometiendo, buscar algo que no existe
y también me dijo que él tenía clarísimo como era mi vestido, pero no ahora, sino
desde que me conoció hace ya 5 años.
Se sentó conmigo y me hizo el
boceto... sin decirle nada, tenía ante mí el diseño de lo que
había soñado... nadie conoce mi cuerpo como él a la hora de
vestirme. Él sabe sacar partido de mí, de mis formas, sabe realzar
lo bonito y sabe hacerme sentir maravillosamente bien. Además,
Antonio no es simplemente alguien que me viste, es mi AMIGO con
mayúsculas. Él conoce mis miedos, mis sueños, mis secretos... con
él he llorado, reído, me he desahogado, me ha hecho ver cosas que
yo no veía, me ha advertido cuando ha visto que me iba a equivocar,
me ha frenado cuando ha debido hacerlo y me ha dado alas cuando me
daba miedo volar... Antonio es de las personas a las que quiero, que
forman parte de mi vida, que me conocen tal y como soy, con todo lo
bueno y lo malo y que me quiere como soy. Es una persona tan especial
que hace que mi vida sea bonita...
Yo necesitaba a alguien de confianza a
mi lado para vestirme de novia, avisé sobre ser una novia coñazo y
sobre querer probarme todo lo habido y por haber antes de tener mi
traje y él ha sabido aguantarme, entenderme y escucharme en cada una de las crisis que he ido teniendo en estos meses de elección de
tejidos y de detalles. Me ha ido aconsejando buscando lo mejor para
mí y haciéndome entender que un vestido de novia no puede llevar
velo, mantilla, volantes, ser recto, tener encaje pero ser liso,
largo pero sin cola... porque yo lo mezclé todo en mi cabeza.
El secreto de Antonio es su cariño...
su amor por mí. Hay muchas formas de querer y yo le quiero a él
tanto como él a mí, sólo él podía vestirme de novia... nadie más
me hubiese entendido y aguantado a partes iguales.
Y una vez elegidos los tejidos y con el
diseño a punto de hacerlo... llegó la GRAN CRISIS. Seguí mirando
en internet (error total, si os vais a casar no lo hagáis) y vi
varios modelos con detalles de lo que yo creía que iba a tener el
mío, y corriendo le dije que no hiciese nada, que había que cambiar
todo, que ese no era mi vestido.... entre él, mi chico y mi tía que
estaba conmigo en el momento crítico me calmaron y al día siguiente
estaba de nuevo sentada en el atelier de Antonio con mi diseño
delante y entendiendo que nada de lo que yo había visto en internet
se parecía a lo que Antonio iba a crear.
Lo único malo de hacerte el vestido a
medida es que no te lo puedes probar previamente, tienes que
imaginarlo... y en mi caso, a pesar de tener gran cantidad de
imaginación, era imposible verme de blanco... y después de una
charla psicológica de horas y tras enseñarle el boceto a una de mis
amigas que me acompañaba en ese momento decidí no cambiar nada...
He de decir que Antonio ha ido
desahogando sus nervios charlando con mi chico y con el suyo para
evitar ponerme a mí aún más nerviosa. Una novia histérica es un
“monstruo del averno” y eso no se entiende cuando tú eres la
novia...
Tras pasar la crisis de las crisis,
llegó la primera prueba... Antonio y Rafa, su chico, me esperaban con
los brazos abiertos pero con más nervios que yo. Para Antonio este
no es un vestido cualquiera, y yo no soy una novia cualquiera por lo
que la presión es máxima y hasta ha perdido alguna noche de
sueño... Cuando llegué, (sola porque así me lo pidió él),me habían preparado el atelier con todos
los espejos tapados para que no pudiese ver nada hasta que me
colocaran el vestido con todo lo que lleva... y tras lo que para mí fue
mucho rato por los nervios que tenía, y mientras sonaba la canción de frozen (si,
no podía ser de otra manera) quitaron las telas de los espejos
dejando ante mí a mi versión de novia... Primero me impresioné,
después me quedé sin aire, y al respirar... lloré, y lloré y
lloré... porque ante mí estaba la novia más elegante y perfecta
que he visto en mi vida... mi sueño de novia ya está hecho... o
casi, porque al ser la primer prueba, hay que cambiar algunas cosas,
ajustar y tener listos los detalles que marcan la diferencia de mi
vestido.
La sensación para mí fue brutal... un
remolino de emociones, de sentimientos, vi pasar el último año y
medio de preparativos, de nervios, de miedos... y de pronto me di
cuenta de que estando en las manos de Antonio, nada podía no ser
perfecto para mí. Entendí que cada miedo y crisis por el vestido la
he pasado “porque he querido” porque si hubiese pensado lo que
realmente implica que Antonio Mancini firme mi diseño de novia
hubiese sabido que no existía problema alguno, pero las novias,
igual que las embarazadas, nos volvemos bastante tontas hasta que
llega el día D.
Una vez más, Antonio ha vuelto a
desnudar su alma para vestir mis sueños. Se lo dije cuando hice la
primera prueba y lo vuelvo a decir, no hay vida suficiente para
agradecer el cariño y amor de Antonio hacia mí, ni su trabajo,
esfuerzo e ilusión en mi vestido de novia.
Tras días de trabajo sin parar (literalmente)por parte de Antonio, llegó el momento de la prueba con mi madre y mi tía. Mi padre no quiere verme vestida de novia hasta el día de la boda y mis otras tías no estaban en Córdoba el día de la prueba, a la madre de mi chico la quiero sorprender así que tampoco lo ha visto (ni en foto) y al ver la cara de mi madre y de mi tía... Lloré, porque sólo con mirarlas me dijeron más que con palabras .
Son momentos que siempre voy a recordar...la cara de mi madre al verme de blanco, mi tía intentando no llorar, sus abrazos, sus palabras... si os toca vivir vuestra boda, hacedlo intensamente, porque es algo que merece la pena que o se marque en nuestra memoria.
Estos días Antonio me ha mandado fotos de detalles y los más especiales, aún están por hacer.
No he visto el vestido terminado aún del todo, pero me siento yo con él, no voy disfrazada,
soy yo de novia y con él voy a caminar hasta el altar para darle el
SÍ al hombre que me enamoró nada más verlo aquel 10 de Febrero de
hace 11 años...
Me caso, y lo voy a hacer vestida con
un traje de novia de alta costura que ha superado todas mis
espectativas gracias a Antonio Mancini.
Si estáis buscando vestido, mi consejo
es que lo busquéis a medida. Nada se puede comparar a algo que se
hace conforme a nuestro cuerpo, al cien por cien. Y el consejo más
importante es que ese vestido con el que soñamos, si no existe hay
que inventarlo, pero se encuentra.
Se siente mucha presión porque sabes
que todas las miradas van a estar en ti y que te van a estudiar al
milímetro, pero estando tú cómoda con lo que lleves, el resto
seguro que sale solo.
Si tuviese que utilizar una palabra
para definir mi vestido, esa sería ELEGANTE. Y aunque hay vestidos
del tipo Berta Bridal que me encantan, no están pensados para el
tipo de ceremonia que yo voy a celebrar, porque también hay que
tener en cuenta donde y cuando nos casamos.
Antonio... te quiero y lo sabes.
Gracias de corazón por ser como eres conmigo, a ti y a Rafa os
agradezco que hagáis de cada momento algo inolvidable y de mis
pruebas un rato entre amigos que queda grabado en mi mente y en mi
corazón porque sois únicos.
Espero saber lucir tu diseño como el
propio vestido se merece y gracias por entender mi autoproclamado
título de princesa y hacer que se quede corto porque para ti soy una
reina.
Y ahora, me toca andar por la pasarela más importante de mi vida,un camino de 35 metros que me lleva al altar.
¡Nos vamos de boda!
Un beso enorme a todos.La novia.
ARI